James Tyler Studio Elite HD

En este número presentamos una de las SuperStrato de Boutique, más representativa del mercado surgido a partir de la actualización de la famosa Stratocaster.

James Tyler es un constructor de guitarras afincado en Van Nuys, costa de California, que lleva años fabricando instrumentos de alto nivel, basados en el clásico diseño de la Fender Stratocaster, y que han acabado siendo un estándar dentro del mundo de los estudios de grabación.

James empezó en 1972, reparando y modificando instrumentos, hasta que se hizo un hueco en la escena musical de los 80, trabajando para varios guitarristas de sesión de la escena de Los Angeles, modificando y reparando sus instrumentos, hasta que, más tarde, acabó construyendo guitarras para músicos tan representativos como Steve Lukather, Michael Landau o Dann Huff; llegando a fabricar un modelo Signature de estos dos últimos.

Con el paso de los años, Tyler, se ha hecho un hueco destacado dentro del mercado de las guitarras de alta gama; en gran parte debido tanto a un tono “signature”, que lo distingue del resto de fabricantes de Stratos modernizadas de alta gama, como a sus originales acabados. Desde los años 80, y a lo largo de su catalogo podemos encontrar modelos tan dispares como la Classic, la Tylerbastar, Ultimate Weapon o Moongose, pero es su modelo Studio Elite, en sus diferentes variantes (Elite, Deluxe, Standard, HD y Retro), la guitarra mas representativa de su producción, y seguramente la que le ha dado fama. Hoy analizamos el modelo más representativo de esta gama, la Studio Elite HD.

Construcción
Lo primero que salta a la vista en este instrumento es su llamativo acabado, característico de las guitarras de James Tyler, en este caso se trata de un Purple Shmear, basado en tonos dorados y morados que dan la sensación de fundirse y derretirse sobre el instrumento; este tipo de acabados pueden no ser del gusto de todos, pero desde luego, no dejan indiferentes.
Como se espera de un instrumento de estas características, la construcción es de primer nivel. El cuerpo esta realizado en aliso, y el mástil de arce, con un diapasón de palorrosa, rematado por un clavijero con clavijas bloqueantes Sperzel. La guitarra presenta una configuración SSH, con un vibrato G2H.
Cabe destacar la cuidada unión del mástil al cuerpo, en cuya zona se ha hecho un gran rebaje para felicitar el acceso con la mayor comodidad posible a la zona del diapasón mas cercana al cuerpo. Aunque no es apreciable a primera vista, el cuerpo es unos milímetros más grande y ancho que el de una Stratocaster, lo cual es, en parte, responsable de su tono característico.

Electrónica
Dentro de este apartado que nos ocupa, cabe destacar que, la guitarra que hoy tratamos, tiene una particularidad con respecto al modelo Studio Elite HD, y es que es totalmente pasiva; es decir que carece del booster de medios que montan estas guitarras, con lo cual no tiene ningún tipo de electrónica extra, comportándose, de esta manera, como una guitarra común.
Siguiendo el concepto SuperStrato, la guitarra presenta una configuración de dos single coil y una humbucker, concretamente dos singles Hot Laura y una humbucker Supercharged Studebacker, ambas fabricadas por el mismo Tyler, dado que, si bien en un principio Tyler hacia uso de pastillas de diferentes fabricantes, como DiMarzio, Suhr o Seymour Duncan, desde 2007 fabrica y monta sus propias pastillas en sus guitarras.

Ambas pastillas son de salida moderada, con un tono que va más allá del corte clásico, sin llegar a ser en exceso demasiado modernas.

Al tacto
En el primer contacto con esta guitarra, lo mas sorprendente es el mástil, que aunque no deja de ser el estándar de Tyler en cuanto a tamaño y acabados, si que puede llegar a representar cierta novedad en comparación con la mayoría de mástiles de guitarras que podemos encontrar en el mercado.
El mástil es el Tyler 59 neck, con una cejuela de 1 11/16” (42,8mm); puede resultar algo mas gordo de lo habitual a primera vista, pero rápidamente, a los pocos minutos, se nota y siente muy cómodo, pareciendo mas pequeño de lo que en realidad es; pero quizás lo que más sorprende es el acabado del mástil, ya que Tyler utiliza un producto químico que provoca la sensación de que el mástil no este terminado con producto alguno, el efecto, al tacto, es estar tocando la propia madera, sin que medie ningún tipo de acabado barnizado o satinado.
Otro aspecto habitual en los mástiles de Tyler, que encontramos en esta guitarra, es un pequeño rebaje en el lateral de los trastes. La guitarra tiene un peso de 7 libras (3,1kg), con lo que no resulta pesada, aunque tampoco puede ser calificada de “ligera”.

En general, es una guitarra con la que el guitarrista se siente como a los pocos minutos de estar tocando con ella, en todos los sentidos, y no la siente como un instrumento “extraño”; además uno no tiene la sensación de que este tocando una guitarra nueva, recién sacada de la caja.

Sonido
Como hemos comentado en la introducción, James Tyler ha conseguido crear un tono signature en sus guitarras, y ello es fácilmente apreciable en este instrumento. La primera definición que salta a la mente al probar esta guitarra es “Strato con esteroides”; la guitarra suena grande, gorda, sin caer en excesos, pero de una manera que no esperarías que sonara una guitarra de estas características.

La guitarra da una sensación de estar realmente “presente”, con un sonido muy directo, que al ser comparado con otras guitarras da aun más sensación de cercanía y potencia. Ésto no significa que esta guitarra sea mejor que otras, simplemente tiene un carácter diferente, que puede gustar más o menos al usuario. Se aprecia una gran compensación en las frecuencias, sin estridencias resaltables.

El instrumento tiene un carácter eminentemente moderno, distante del concepto de Strato añeja, esto es apreciable en las posiciones de single coil, donde pueden obtenerse tonos realmente interesantes tanto en limpios como en crujientes, pero con un sonido que, en este caso, no trata de emular a la referencia “vintage”, pero que se hace igualmente agradable al oído.
La pastilla del puente tiene un carácter rockero, y es ideal para buscar sonidos desde potentes crunch hasta high gain; se encuentra en una posición media entre las pastillas Tyler de corte mas agresivas, como la Shark o la Super, y las mas clásicas tipo Studebacker, esta estatus la hace desenvolverse con soltura en un amplio terreno, pero destacando en sonidos con un buen grado de saturación y haciendo gala de una buena dinámica.

Conclusión
La conclusión general, después de probar esta guitarra, es que estamos ante un instrumento de primer nivel, con una construcción impecable, un aspecto que la hace no pasar desapercibida (cada uno decide si para bien o para mal, según gustos y preferencias) y con un tono propio, que se ha convertido en una seña de identidad del fabricante y que la diferencia del resto de SuperStratos de Boutique del mercado.

Quizás por estos elementos citados deberíamos pensar en la Studio Elite, no como una evolución de la mítica Strato, si no como un concepto de guitarra diferente en si mismo; y más, teniendo en cuenta la variedad de opciones que el fabricante ofrece a la hora de encargar uno de sus instrumentos, pudiendo ajustarla a nuestras preferencias y necesidades, pero siempre manteniendo la personalidad que caracteriza a estas guitarras.
Lógicamente, lo anteriormente citado, refleja un precio bastante elevado que lo alejara de bastantes bolsillos.
Finalmente, es conveniente volver a destacar que nos encontramos ante un instrumento bastante “particular”, con una personalidad propia y un fuerte carácter, por lo que seria conveniente probar primero, si se esta pensando adquirir una de estas guitarras, ya que puede no ser del agrado de todos, sobre todo si se buscan tonos clásicos; en cambio, si se esta buscando una Strato, pero diferente, buscando ese “algo más”, pocas guitarras hay mejor situadas que una Studio Elite HD.
Puedes escuchar las demo de sonido en la revista nº 13.

José Luis Morán