Revista de Guitarras

VOX Amplification

¿Quién no conoce a Leo y Jim en el mundo de los amplis? Hasta podríamos hablar de Tom, pero casi nadie se acuerda de Dick. Estamos hablando nada más y nada menos que de Mr. Fender, Mr. Marshall y Mr. Jennings (co-fundador de VOX con Dick…. Denney). Perdón, el GRAN DICK DENNEY, el que colocó al AC30 en el mapa (con unos pocos de dineros de la mano de Tom, todo sea dicho).

El segundo nombre de amplificación bri­tánica (para muchos el primero, con permiso de Jim, y si no que se lo pre­gunten a Brian May). La Jennings Organ Com­pany se convirtió en JMI (Jennings Musical In­dustries) en 1956 y dos años más tarde nacería la mítica marca de amplis a bombillicas: VOX.

Un poco de historia

La historia de VOX se remonta a la Segunda Gue­rra Mundial, cuando Dick y Tom se conocieron. Años más tarde, Tom Jennings montó una tien­da de música en Dartford. Dick Denney era un ingeniero que le daba a las bombillicas y había rechazado varias ofertas de Tom para montar un chiringuito. Dick sólo quería cacharrear con sus trastos hasta que un día le enseñó el bicho que le había montado a un colega… Tom uso sus poderes de persuasión para liarla GORDA y los primeros amplis salieron en 1957.

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A diferencia de los dos pesos pesados en el mun­do de la amplificación (Jim Marshall era un batería, es decir, no era músico, y Leo Fender tampoco era músico, entre otras cosas era un experto en tosta­doras y copiar diseños de cartones de leche), Dick Denney empezó tocando la guitarra en big bands y se dice, se comenta que era un pedazo de guita­rrista de música hawaiana. Tom sólo le daba a la zambomba, en el sentido religioso y lírico.

Era el matrimonio perfecto: Jennings tenía la pasta, el marketing y gracias a él tenemos ese look VOX tan “sesi”. Denney fue el visio­nario, tenía un sonido en la cabeza y en 1957 parió el primer AC15, con cuatro EL84s en Clase A. El ampli tuvo tanto éxito que los mú­sicos empezaron a dar la brasa: más poten­cia payos, queremos más potencia, con 15 watts no podemos tocar versiones de María del Mastodon Monte. Así que dos años más tarde otro peso pesado en Clase A y bias por cátodo nacía del laboratorio VOX: AC30.

Los primeros VOX tienen el eyaculatorio to­lex cremita y el orgasmatronix grille con dia­mantes. Lo curioso es que estos cacharros no son los más buscados por los frikis del tono (para los coleccionistas…ya es otra historia). Estos VOX cincuenteros no venían con el canal top boost/brillante y son más oscuros que sus hermanos evolucionados de los años sesenta, pero muchos matarían por frotarse con uno, aunque sea unos minuticos de nada, tonta­mente. En los años sesenta crearon la versión con el canal top boost/brillante – AC30TB – el que hoy en día se conoce como EL VOX.

La cosa funcionaba. Joder si funcionaba… pusieron los cimientos de su pequeño chirin­guito en un pequeño garaje de una pequeña ciudad inglesa con la peor cerveza del condado de Kent y evolucionaron del cacharrismo etí­lico coleguero al imperio JMI/VOX en cuestión de un par de años. Luego los muy frikis hicieron guitarras, órganos y hasta un “guitorgan”, pero está claro que los jodíos no tenían buen gusto para el tema de tocamiento instrumental que no fuera valvulí­nico. El órgano tiene un pase (entre otras cosas, se hizo famoso gracias a los Doors, Monkees, Zombies y el sonido clásico del Continental se puede escuchar “perfectamente” en el tema “96 Tears” de “ ? and the Misterians”… tiro ra riii raro ri ro rirara rirara…). Las guitarritas son engendros y el guitorgan es un über-engendro. Brian Jones de los Stones sí que le dio cera a una VOX de esas con forma raruna. El resto lo podéis leer en el review de SadoMaso Weekly de marzo.

Confieso que no soy ningún experto en am­plis VOX, pero les tengo mucho cariño. Uno de mis primeros amplis “serios” fue un AC15 inglés de la época Korg que sigue conmigo y que todavía suena como los ángeles después de años de rocanrola, garitos mugrientos y sobredosis de Teleca y Strato, con el trémolo zumbando a diestro y siniestro.

Versiones posteriores, el auge del Solid State y el modelado digital

Hay un poco de confusión en cuanto a qué modelos salieron primero. El AC15 fue el pri­mer VOX en salir del horno, pero también te­nemos a los hermanos pequeños AC4 y AC10, de 4 y 10 vatios. Curiosamente, hay referencia que los data a finales de los años ‘50 (sobre todo esquemas) pero los catálogos los intro­ducen a principios de los ’60. Hay un montón de modelos (de AC30 hay unos cuantos) reco­miendo esta página a los más frikis, está llena de información interesantísima sobre todos los modelos, para parar un tren hoygan: www. voxshowroom.com

Subiendo un escalón, el AC50 es el más co­nocido después de las míticas versiones de 15/30 vatios. Los Beatles querían más poten­cia, sus AC30 no podían competir. ¿El poblema? Que le endiñaron dos EL34 y eso ya no sonaba tanto a VOX. Más potencia, más chicha pero las EL34 siempre las hemos asociado más a Mar­shall. Tuve la suerte de probar uno en Londres hace años, estaba impecable, a precio de de­rribo por ser retolex y sonaba como los ánge­les… hasta olía bien… confieso que se me puso morcillona pero la cara de mi mujer era de las de “¿te vas a llevar ESO a Madrid?”. Ya llevaba una montaña de libros, de amplis, pedales y artilugios sesuales en la maleta, así que no me atreví a otra ronda de Bestron vs. Predator ni de Bestron vs. Zorra de British Airways Cobrando Exceso de Equipaje. Cogí el metro en Totten­ham Court Road con la chapa de Mr. Calzonetti en la solapa y el AC50 se quedó sentadito en la esquina de Wunjo Guitars, las 4 pintas y las ga­ nas irrefrenables de mear me habían convenci­do que era una de esas cosas asín del destino. Volviendo al AC50 que se tenía que haber veni­do a casa con papito – son algo más redondos, muy muy pero que muy brutos y capturan algo del espíritu VOX, pero no tienen esa mala leche del AC15 o de unas buenas EL84 a todo trapo. Si lo consigues apretar a más de la mitad eres un primo lejano de Conan. Los AC30 te hacen sangrar las orejas cuando los pones a todo tra­po pero los AC50 ya entran en el terreno “pupi­ta, ay, en el celebro”.

Sí que me quité la espinita con un V125 Lead, un cabezal con demasiados vatios, demasiado poco sonido VOX y lo que es peor: transistores. Sin co­mentarios. Un claro ejemplo de las guarrerías que sacaron en los años 70. Son amplis que pasaron sin pena ni gloria y lo peor es que los precios siguen subiendo gracias a la locura vintage. Son caros, pero siguen sonando igual de mal.

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Y llegamos a los amplis a tran­sistores. Pasopalabra. Se hicieron a finales de los ‘60 y creo que con eso ya hemos hablado suficiente.

En 1992 Korg compró VOX. El gi­gante japonés de la mano de algún friki del vintage devolvió a la vida una empresa que hacía años que no sacaba nada ni medio decente (quizás los AC30 que hicieron en la época Dallas Arbiter se salvan a mediados de los setenta). Muchos con­sideran que es la reproducción más fiel del mí­tico AC30 a pesar de llevar PCB. Es el famoso cacharro en su versión moderna y sin las tonte­riditas esas de arder en medio de un bolo o de descomponerse como un Lego de condensado­res y resistencias. Volvieron a la rectificadora y a los alnico, amén. Se encuentran de segunda mano y no son baratos, pero sólo por los alnico valen la pena, suenan tremendos y tienen volu­men para derribar paredes.

En el 2005 llevaron la producción a China y traje­ron el mundo VOX a las habitaciones de infinitomil friks, por no hablar de el desvirgue valvulero de más de uno y más de dos. A día de hoy cualquiera puede acceder al universo VOX de la mano de los Korg chinos: mucho sonido por cuatro perras.

Sonido

La fórmula VOX tiene tres ingredientes indis­pensables: válvulas de potencia EL84 (cuatro, a ser posible), péntodo EF86 en previo y unos buenos alnicos.

Una curiosidad sobre las EL84: hace un par de años se pusieron de moda los kits de am­plis de 18w con dos EL84. La mayoría están basados en circuitos Marshall, como el 1974x. Los hay con master, dos canales, trémolo, etc. Hay infinidad de demos en youtube, todo tipo de modificaciones, etc. Yo mismo he montado unos cuantos. ¿Lo más curioso? Que siempre he asociado el sonido EL84 más ¡a VOX que a Marshall!. Es más, todos estos kits me suenan más a VOX burro que a Marshall. Así que tene­mos chiquicientos mil amplis por ahí como clo­nes de Marshall…. Que suenan a VOX! Yeeeha!.

Lo que viene siendo El Famoseo y el No Famoseo

La publicidad de VOX en los años sesenta de­cía “VOX: The King of the Beat” junto con una lista de los grandes grupos de la época que usaban amplis VOX. Quizás los más visibles fueron los Beatles (aunque acabaron usando de todo, seguro que hay alguna zambomba y botella de anís a cucharazo limpio en el Whi­te Album) pero podrías desenrollar un rollo de papel para el culo y te faltaría sitio para con­tar todos los artistas – famosos y no famosos – que han usado un VOX en algún momento de su existencia guitarril.

Ay los Beatles. Salen hasta de debajo de las piedras. Pero también estaban los Shadows, Animals, Hollies, Searchers, Kinks, Monkees y cientos de grupos de la British Invasion en los años sesenta. Si nos cogemos el Delorean y enchufamos el condensador de fluzo para via­jar una década más tarde tenemos otra jartá de músicos que le han dado cera recia a los VOX, desde los 70 hasta ayer mismo: Tom Petty, The Edge, Brad Paisley, los Oasis, Radiohead y un largo etcétera al cubo. Ya en el panorama na­cional, muchos dicen que los famosos bendi­nes y sustain de Loreto Valverde son gracias a las EL84 de un AC15 a toda minguer alojado en algún recoveco de su portentosa caja torácica.

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A mí los que más me gustan son los máxi­mos exponentes del “AC30 a todo rabo”. Lea­se Rory Gallagher. Yo me pasé años pensan­do que eso era un Marshall a todo nardo tubo power hasta que descubrí que llevaba un AC30 a todos lados, hasta cuando iba a giñar. ¿Brian May? ¿Se puede ser más animalaco? Pues eso es un AC30 (más bien “varios AC30s”) con un treble booster. Luego tenemos la fórmula: Ric­kenbacker + AC30 a todo cimbrel = The Jam. No hay que olvidar a Mr. Beck, Mr. Clapton y Mr. Page… la época Yardbirds rezuma el néctar VOX apretadete por los cuatro costados.

Miento. A mí los que más me gustan son los que no salen en los periódicos. Los gue­rreros del fin de semana, los “Perry Glander Blus Band” o mi prima la que le da a la Cort de jivis y algún día sueña con tocar en las fiestas del pueblo con su AC15. Creo que para rellenar esta lista necesitaríamos un pack familiar de papel para el culo para rinocerontes. Le tene­mos que dar las gracias a los chinawer por dos razones muy sencillas: la primera, por el cerdo agridulce, que desatasca mejor que el turbolax más potente del mercado, y la segunda, cuan­do Korg comenzó a producir sus amplis VOX en China en el año 2005.

El que quería un VOX en los años 90 se tenía que dejar +1000 pepinos, eso si lo encontrabas. En el 2000 conseguí un AC15 del 97 por 750 eu­ros, una auténtica ganga… costaban 900 ecus de segunda mano… y salía uno o ninguno al año… Quince años más tarde empezaron a llegar los VOX chinos, que imitaban requetebién a sus her­manos mayores de la pérfida albión, pero costa­ban la mitad. Típica calidad china, look casi idén­tico y sobre todo mojo, mucho mojo.

Años más tarde se empezaban a ver de se­gunda mano por unos 400/500 euros. He lle­gado a ver AC15 chinos por 300 euros. Era la locura – podías tener un AC15 ó AC30 por bastante menos de la mitad de lo que costa­ban los ingleses años atrás. Lógicamente, la calidad no es la misma, sobre todo en cuanto a componentes, pero la magia está ahí. He podi­do probar un AC15 chinorri al lado de mi inglés

y juegan en la misma liga, la única diferencia sustancial está en el precio. La única pega se la pongo al cono de los chinos, son un poco guarriner, pero nada que no se pueda solucio­nar por cuatro perras.

Korg se dio cuenta del filón y un par de añitos más tarde empezó a sacar la serie “handwired” para los más gourmets del VOXismo – amplis cableados a mano, con placas PTP como las originales, look auténtico con un tolex blonde (imitando a los primeros JMI) y un precio de derribo. ¿Lo mejor? Sonidazo y fiabilidad, que es donde realmente parten la pana.

Conclusión

VOX siempre ha tenido un sitio ahí arriba, en el olimpo de los amplis, refrotándose con los “Zeus” Fender y Marshall. Sus AC15 y AC30 son referencias indiscutibles en el mundo de la música y Korg ha conseguido volver a ponerlos en el mapa y en muchas habitaciones, garajes, escenarios y garitos de ensayo.

Rory, Brian May, los Beatles y los Shadows llevaron la antorcha VOX con clase durante dé­cadas. Pero el fenómeno de los primeros VOX chinos trajo a una legión de guitarreros gran parte de esa magia y una opción maravillosa para que jóvenes y no tan jóvenes se metieran en el mundo de las válvulas de la mano de un gigante en la historia de los amplis. Gracias VOX, gracias Korg y gracias Ho Chi Min y la ma­dre que te parió.

Chals Bestron

2 comentarios en VOX Amplification

Dylanita el 21 diciembre, 2014 a las 3:36 pm:

Artículo que parece escrito por un cruce de Belén Esteban y un uno de los protagonistas de «el pico 2». Está bien querer ser diferente pero para poder escribir lo primero que hay que aprender es a escribir. Que pena de Logse.

    José Manuel Lopez el 21 diciembre, 2014 a las 5:40 pm:

    Pues si «El pico» nombre propio debería escribirse con mayúscula…jajaja…

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