PRS SE McCarty 594

En la mitad de los años 90, Paul Reed Smith trabajó con el icono de la industria guitarrera Ted McCarty, quien fue presidente de Gibson entre 1950 y 1966. Durante su mandato, McCarty desempeñó un papel clave en el diseño y desarrollo de la PAF humbucker, el puente Tune-o-matic, y en la creación de guitarras legendarias como la ES-335, Explorer, Firebird, Flying V y SG.

Un poco de historia

En 1994, PRS presentó varios modelos fruto de esta colaboración, incluyendo la McCarty 594 dando lugar a una serie que actualmente incluye cuatro modelos Core fabricados en EE. UU., tres guitarras de la serie S-2 (también fabricadas en Stevensville, Maryland) y tres SE McCarty fabricadas por Cor-Tek en Indonesia.

Lanzada simultáneamente con la SE DGT, la SE McCarty 594, disponible en dos versiones (una de doble cutaway y otra más económica single cutaway ), ofrece una relación calidad-precio excepcional. Su precio es de tan solo 890 euros.

A modo de comparación, una versión S2 de la McCarty 594 fabricada en EE. UU. supera los 2000 euros, mientras que una Core McCarty 594 premium, también fabricada en EE. UU., tiene un precio considerablemente mayor.

PRS SE McCarty 594

Construcción, mástil, cuerpo

La PRS SE McCarty 594 captura la esencia de una McCarty de gama alta con una tapa de arce flameado sobre un cuerpo de caoba y un acabado brillante en poliuretano. Viene encordada con PRS Classic 10-46.

La calidad de la construcción de la SE McCarty 594 es impecable, tanto a nivel estético como funcional.

En cuanto a la “playability” la guitarra venía con un ajuste muy bueno, con una acción baja-media, y fue entregada en una funda de alta calidad con insertos de espuma adicionales. Si nuestra unidad es indicativa de algo, se puede sacar directamente de la caja y llevarla a un concierto o estudio sin ningún problema.

El mástil, al igual que el cuerpo también es de caoba, presenta un perfil Pattern Vintage y sobre él un diapasón de palorrosa con radio de 10″. Este diapasón aloja 22 trastes y también presenta los clásicos inlays de pájaros PRS, se ve elegante y refinado.

Esta pareja mástil-diapasón de la SE McCarty 594 presenta un perfil algo grueso, al menos para mi gusto personal, aún así no hay duda de que se siente natural y cómodo en la mano. Su grosor en el traste uno es de 22 mm y en el traste doce de 25 mm.

La escala de 24.594” (reflejada en el nombre del modelo) es ligeramente más corta que la de las PRS convencionales, lo que contribuye a que los bending sean algo más fáciles de hacer.

En el frontal de la pala se encuentra la tapa de acceso al alma PRS Double-Acting.

El clavijero con el mecanismo cerrado tienen un atractivo vintage y mantienen la afinación de manera excepcional.

En el otro extremo de las cuerdas, un puente ajustable PRS Two-Piece  fabricado en zinc y latón, se ve consistente y sigue la tradición de la marca en cuanto a estabilidad y fiabilidad.

Electrónica, controles

Monta un set de pastillas humbuckers en configuración HH, 58/15 LT “S” de baja salida que ofrecen, como era de esperar, una vibra vintage PAF con un sonido lleno de claridad y carácter retro.

Cuenta con dos controles de Volumen y dos de Tono. Ambos potenciómetros de Tono incluyen la funcionalidad push-pull que divide las pastillas y permite alternar entre sonidos humbucker y single-coil. La diferencia de volumen entre las dos configuraciones es sutil: se nota, pero no es tan chocante como en otras guitarras que incorporan esta característica.

Los controles  se mueven suavemente, sin rastro de estática, y los potenciómetros push-pull funcionan de forma silenciosa al ser conmutados.

Presenta el clásico selector configuración de pastillas de tres posiciones.

Acabada la descripción vamos a ver como se comporta esta PRS SE McCarty 594, aunque vista ya lo visto parece que nos quedan pocas dudas.

En uso, sonando

Para probar la SE 594, la conectamos a un par de amplis, uno tipo Fender y un compañero más high-gain, apoyados por un par de pedales de distorsión.

En ambas configuraciones de pastillas, el rango dinámico es increíblemente amplio. Con el sonido limpio y brillante, pude tocar algo rollo surf al acercarme al puente, y dependiendo de mi ataque, generaba desde notas susurrantes hasta agresividad total.

Añadiendo reverb, delay y algunas dobles stops, la PRS sonaba impecable.

Con distorsión añadida, la pastilla del mástil ofreció un tono muy cálido y cremoso sin perder definición, incluso con el tono bajado considerablemente. La pastilla del puente, por su parte, jugaba con un sustain casi infinito cuando la conectaba al ampli high-gain produciendo sonidos rollo fusión que hacía que los solos resultaran fluidos y fáciles de ejecutar.

Subir el control de tono en la pastilla del puente daba lugar a un sonido líquido para los solos muy adecuado y con menos saturación, propone bonitas sonoridades jangly, brillantes y algo metálicas que suenan alegres.

Conclusiones

La SE 594 demuestra, como otras guitarras SE de PRS, que lo asequible no significa sacrificar calidad ni sonido. Para todos aquellos que han deseado una McCarty 594 pero no llega la pasta, o que temen dañar una guitarra más cara, la SE McCarty 594 es una pieza accesible y la solución a ello.

Puede sonar suave, gruesa, clara o salvaje. Y con un precio por debajo alrededor de los 1,000 euros, es una verdadera ganga para una guitarra que parece mucho más cara y que ofrece un rango tonal, estabilidad y calidad ideales para convertirse en un caballo de batalla en el escenario.

Realmente, hay poco en el universo de guitarras eléctricas que pueda superar lo que ofrece este instrumento en su rango de precio.

Will Martin