Cordoba F-7 review

Dentro del amplio catálogo que ofrece Córdoba Guitars, que se ajusta a todo tipo de demanda, se encuadra la Serie Iberia. Está proponiendo instrumentos para guitarristas que buscan un modelo de precio medio y que vaya más allá de una guitarra de inicio para principiantes.

Como referencia integrante de la serie, nos encontramos con el modelo F-7 que es el modelo básico de flamenco que cuenta con una combinación tradicional de maderas como es la tapa sólida de abeto europeo junto a un fondo y aros laterales de ciprés. Ideal para intérpretes de flamenco intermedios por ejemplo.

 

Construcción, pala, mástil

Al margen de los acabados, que en Córdoba siempre son muy correctos y en esta F7 no lo son menos, no hay restos visibles de cola, ni motas de polvo… lo primero que llama la atención es la ligereza de la guitarra, atribuible seguramente a que el tamaño del cuerpo es ligeramente más pequeño que en una guitarra clásica, algo propio de la construcción tradicional de la guitarra flamenca.

Además cuenta con una inclinación del mástil con menos ángulo que permite un ajuste más bajo de la acción que facilita ese ligero cerdeo de la cuerda otorgándole un tono ágil y brillante propio de este tipo de guitarra flamenca.

Se siente cómoda y equilibrada, sin cabeceos. Su peso es de 1,5 kg. Viene encordada con Savarez Cristal Corum High Tension 500CJ algo que siempre es un acierto.

La pala, lógicamente slotted cómo es en la guitarra española, es de un perfil “open book”y muestra los tres bloques arched del logo de Córdoba. El clavijero que monta es un Cordoba Gold and Black con palometas negras, un contraste de colores que le da ese punto elegante en la sobriedad de una guitarra flamenca como esta, sin olvidarnos de su función principal que es sostener la afinación, algo que hace de manera precisa. La relación de transmisión es de 14:1.

La cejuela es de hueso, material que se autolubrifica y ayuda en la fricción controlada de las cuerdas y mide 52 mm, mientras que el espaciado de las cuerdas es de 43 mm.

La longitud de escala es de 25.6”.

Pasamos a comentar sobre el mástil, está realizado en caoba con un perfil tradicional en “C”, cómodo, la mano se desliza con facilidad por él. Su grosor es de 21mm en el traste 1 pasando a 24mm en el traste noveno.

El diapasón es de palorrosa, acoge 19 trastes bien asentados y pulidos y marcadores de posición laterales en la parte superior en los lugares habituales.

Incluye un alma de doble acción para reforzar la estabilidad del mástil. Esto que a algunos puristas puede parecerles casi una herejía en una guitarra flamenca, no lo es tanto cuando la guitarra viaja y se somete a cambios de temperatura y sobre todo humedad, donde el mástil podría perder su ángulo al ser las maderas sensibles a esos cambios bruscos de las condiciones ambientales.

La unión mástil cuerpo está realizada con la técnica de junta cola de milano (dovetail joint).

 

Cuerpo, en uso

Para la tapa armónica de la guitarra se ha empleado madera sólida de abeto, se observa la veta recta, sin nudos, bastante cerrada.

Como en muchas guitarras flamencas, la tapa tiene una estructura más ligera que la de una clásica como hemos comentado, su bracing es en fan, un standard en las clásicas que como no nos cansaremos de repetir, se lo debemos al maestro constructor Antonio Torres a finales del siglo XIX, padre de la guitarra española moderna.

Este bracing permite a la tapa vibrar más libremente, provocando así una mejor capacidad de respuesta al ataque y un buen equilibrio tonal.

Los aros laterales y el fondo son de ciprés, una madera fuerte y duradera muy utilizada también en la guitarra flamenca, proporciona volumen y brillantez al sonido, las guitarras con esta madera son conocidas en el argot como “blancas” en contraposición a las “negras” que son de palosanto.

Presenta un binding de pauferro tanto en la junta tapa-aros como en la aros-trasera que le otorga un estilo de nuevo sereno y elegante, al igual que las tiras traseras.

La roseta que rodea el sound hole de 84mm de diámetro está también decorada con maderas tradicionales multicolores en el mismo estilo que el resto de la guitarra.

Para finalizar la descripción de la F-7 hay que reseñar que incluye un puente de palorrosa con selleta de hueso y un golpeador doble, finito y transparente, puesto que los flamencos suelen golpear bastante la tapa en su ejecución de esta manera va a quedar más protegida de arañazos.

Ya en uso, la guitarra resulta ligera y cómoda para la mano izquierda. Muestra un timbre destacado, que otorga un tono cristalino y directo en respuesta al ataque, con presencia de graves y agudos muy polarizados, y unos medios más discretos que en guitarras que presentan otras maderas como el cedro, suena muy viva y aireada en cualquier parte del diapasón en que toques.

La puedes llevar a espacios musicales como el pop, el “flamenquito”, bossa-nova… donde va a funcionar perfectamente.

En conclusión, la Córdoba  F-7 una gran opción para adentrarse en el estilo flamenco sin necesidad de invertir en un instrumento de precio más alto, pero no solo queda ahí, su versatilidad la hace funcionar en otros entornos sonoros de manera eficaz. Otro acierto de Córdoba.

José Manuel López