Revista de Guitarras

D´Aquisto New Yorker 1972

Hay luthiers y creadores que han sido parte muy importante del desarrollo de la guitarra a lo largo de la historia.  Si hablamos de la guitarra eléctrica no podemos dejar de lado los dos mayores pilares, que aún no siendo exactamente luthieres, tal y como se entiende el oficio clásico de construcción de instrumentos de cuerda pulsada, si que cambiaron en su momento el camino de la misma, obviamente nos referimos a Leo Fender y a Les Paul.

Un poco de historia

Esos mismos grandes referentes si los aplicamos a la guitarra archtop de jazz nos daría los nombres de John D´Angelico y Jimmy D´Aquisto. Este último fue ayudante del primero desde 1952 hasta el fallecimiento de D´Angelico, en realidad una especie de chico para todo al principio, pero lo que es innegable es que aprendió el oficio de un maestro icónico.

Aunque fabricó distintos modelos siempre a mano, por ejemplo se inició haciendo copias de L-5s, D´Angelico a finales de los años 40 solo construía Excel y New Yorker, en algunos casos personalizadas. Construyó alrededor de trescientas New Yorker, siendo acabadas las 10 últimas por el propio D´Aquisto que le compró el negocio y aunque una mala decisión comercial le hizo perder el nombre de la marca.

D´Aquisto siguió ampliando el legado construyendo guitarras bajo su propio nombre, algunas de ellas se han vendido por decenas de miles de dólares llegando una de ellas a ser la primera guitarra que llegó al millón de dólares. Es decir, muchas en manos de coleccionistas.

D´Aquisto New Yorker 1972, trasera

D´Aquisto New Yorker 1972

En este artículo vamos a hablar de una guitarra que tiene una historia por el hecho de ser fabricada para uno de los grandes del jazz, es una D´Aquisto New Yorker 1972.

La guitarra fue fabricada a mano en 1972 para Grant Green, cuando este estaba en un gran momento. Rudy Pensa cuenta en ese sentido que el hijo de Green le dijo que le gustaba tanto la guitarra que pasaba días sin dejar de tocarla.

En una entrevista para GPM en 1975 el propio Green declaraba que su D’Aquisto se toca más fácil y suena mejor que cualquier guitarra que haya tenido. Él dice que la forma y el tamaño del mástil son perfectos para él, lo que le permite tocar sin problemas; describía el tono como funky y bonito al mismo tiempo.

Después de la muerte de Grant Green, la guitarra perteneció a la colección de George Benson durante muchos años, hasta que Rudy Pensa viajó a Arizona para fotografiar la colección de Benson y este accedió a venderle la guitarra. Ahora la guitarra está Aclam Guitars.

La guitarra acaba de cumplir 50 años y desde luego se encuentra en un buen estado. Esta D’Aquisto en particular es una New Yorker de 18″ con un bonito acabado Tobacco Sunburst.

La guitarra tiene una increíble tapa de abeto carved tallada a mano, hermosos aros y fondo de arce flameado, mástil de arce con un perfil intermedio “C/D” con diapasón de ébano e incrustaciones de nácar.

D´Aquisto New Yorker 1972, pala

La pala presenta el perfil con poste metálico en l aparte superior y tapa de acceso al alma de nácar con perfil de rascacielos. La cejuela es de hueso mide 44.45 mm.

En el diapasón se puede ver el nombre de Grant Green en nácar en el traste 15. El clavijero también tiene el «New Yorker» incrustado en nácar. No solo la guitarra está muy bien hecha, sino que también tiene un sonido increíble.

En su momento se le hizo una pastilla hecha especialmente para él en lugar de la pastilla DeArmond que venía con la guitarra.

Bill Lawrence, entonces ingeniero de diseño de Gibson, se ofreció a fabricar esa pastilla especial de baja impedancia para Grant, tal como lo había hecho antes para Wes Montgomery. Grant aceptó la oferta y decía siempre que esa pastilla sonaba mejor que la DeArmond, pero agregaba que solo Lawrence podría explicar por qué. La guitarra ahora monta la DeArmond original.

Se puede ver en la portada del The Main Attraction.

Sonando

El día de la prueba la chequeamos a la vez que una Gibson Super 400 de los 50s y una Monteleone Radio City contemporánea posiblemente la última que haya construido John Monteleone, es decir, casi en el Olimpo de las archtop, o sin el casi.

La verdad es que sabiendo por las manos que ha pasado la guitarra de alguna manera te condiciona en tu percepción, pero desde mi punto de vista y por el feel y el sonido la D´Aquisto tiene algo especial, difícil de describir pero altamente inspirador. Se entiende que Grant no pudiera para de tocarla.

D´Aquisto New Yorker 1972, detalle talón

La guitarra tiene una respuesta preciosa incluso al toque más sutil, aunque en las archtop haya que atacar con vehemencia. Suena con un tono profundo y contundente a la vez que con una claridad y dulzura increíbles.

En resumen, hablamos de una guitarra tallada a mano por D´Aquisto con todo lo que implica, tapa de picea, aros y fondo arqueado de arce, braceado en “X” diapasón de ébano, mástil de arce… todos los ingredientes premium que se podían conseguir hace 50 años y que ha sido tocada por algunos de los guitarristas de jazz más influyentes de la historia… pues eso, un poco de historia entre las manos, un verdadero placer.

José Manuel López

D´Aquisto

New Yorker

Tapa abeto, aros y fondo arce

Arce

Ébano

22 Medium

Hueso

Ébano

Dorado

Grover Imperial

DeArmond floating

Volumen, tono

Lateral

Tobacco Sunburst

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