Revista de Guitarras

T- Rex: Alberta, Mudhoney, Moller.

La compañía T-Rex se caracteriza por disponer de una amplia gama de modelos en formato pedal, conjugando una elevada calidad en la fabricación con la mayor versatilidad posible en el registro sonoro de sus efectos.

 

Según comentan los propios diseña­dores de T-Rex, el objetivo principal a la hora de abordar el diseño de sus circuitos es dotarlos de las máximas posi­bilidades manteniendo una gran sencillez en sus controles. En esta primera review sobre los T-Rex, repasaremos dos pedales “clásicos” dentro de la marca, como son el Alberta y el Mudhoney, y uno de reciente fa­bricación, denominado Møller en homenaje al “inspirador” del sonido, el guitarrista da­nés Knud Møller.

Alberta

La forma más gráfica de definir el sonido del Alberta es remitirnos al tono clásico, tantas veces reinventado, del Tube Screamer. Sonido cálido, cargado de medios, con una ligera com­presión (mayor, lógicamente, cuanto mayor “Gain” empleemos) y una dinámica más que aceptable. Los que busquen un sonido válido para blues o un pedal apropiado para “excitar” el nivel de entrada de su amplificador, encon­traran en el Alberta una gran herramienta. El pedal dispone de 3 controles Standard (“Gain”, “Tone” y “Level”) que responden como se es­pera de ellos. El control de “Tone” centra su respuesta en las frecuencias medias-agudas, aunque el circuito mantiene una firme presen­cia de las frecuencias más graves, una de las características que más quejas suscita en el Tube Screamer. El control de “Gain” nos per­mite llegar a registros lo suficientemente roc­keros como para complacer a un guitarrista rítmico con carácter, mientras que en el cam­po solista dispondremos de un sustain más que suficiente. El único pero que le encontra­mos es el precio, tal vez algo elevado para un sonido en el que la competencia es máxima. Tal vez justificado por la sólida construcción del pedal.

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Mudhoney

Nos enfrentamos con uno de los pedales que más fama dio a la compañía en sus inicios, el Mudhoney. Aunque ellos lo denominan como un overdrive-distorsión, en nuestras pruebas quedó demostrado que el efecto tiene carácter incluso con la ganancia reducida a su mínima impresión. De nuevo, los controles son los clá­sicos en un efecto de OD/Dist, es decir, “Gain”, “Tone” y “Level”. Además, nos encontramos con un pulsador “Boost”, que nos ofrece un in­cremento tanto de volumen final como de ga­nancia. El sonido que nos ofrece el Mudhoney se puede definir con un único adjetivo: contun­dente. A pesar de la potencia que desarrolla, el sonido no se embarra incluso a altos niveles de “Gain”. Para situarlo en un contexto de soni­dos, podemos compararlo con el sonido del Rat cuando nos movemos a niveles medios-bajos de “Gain”, mientras que al incrementar dicho nivel obtenemos un sonido con cierto toque fuzz, similar al que podemos conseguir con un Big Muff. Ojo, utilizamos estas comparaciones para situar el sonido. El Mudhoney presenta un carácter propio y la potencia que comentamos se revela de forma más clara al tocar con él. Ideal para conseguir contextos “noise” o para guitarras solistas “pasadas de rosca”. Un cir­cuito con muchas posibilidades que seguro que se amolda a infinidad de situaciones.

Møller

Para cerrar el tridente T-Rex, nos ocupa­mos del más reciente Møller, un efecto dual que dispone por un lado de un overdrive simi­lar a lo que nos ofrecía el Alberta junto con un boost independiente con hasta 20dB de salida adicional. Sin embargo, el circuito del Møller ofrece algunas características que le confieren una personalidad propia. Junto con los contro­les Standard de “Gain”, “Tone” y “Level” nos encontramos un control de “Mix” que, como decimos, lo diferencia por completo del con­cepto Alberta. Este “Mix” nos permite mezclar a voluntad la señal procesada por el overdrive junto con la señal limpia de nuestra guitarra. De esta forma, las posibilidades sonoras del efecto se multiplican. Y no sólo ampliamos la paleta de sonidos, sino que la respuesta a nivel dinámico se ve fuertemente influencia­da por este control. Este control, junto con el añadido del “boost”, hace del Møller un pedal con multitud de posibilidades siempre que nos movamos en los terrenos de la baja ganancia. Multitud de armónicos y un tono claro y reso­nante. Altamente recomendables.

Demos de sonido en Cutaway 17

 

David Vie

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