Revista de Guitarras

Guild T-50 Slim

Es una política habitual en Guild Guitars el llevar los modelos de guitarras que forman parte de bagaje histórico a los tiempos actuales ¿qué queremos decir con esto? Pues que partiendo de guitarras que salieron al mercado en los años 50s ó 60s del siglo pasado, se incorporan algunas características o se modifican otras que las hacen más contemporáneas en cuanto a sonido o confortabilidad al tocar.

En ese sentido la Newark St Collection de Guild marca el regreso de algunos de los clásicos más icónicos de la marca como las archtop para jazz Savoy y Manhattan, las solid body Polara, o las semi-hollow Starfire… y también la guitarra que nos ocupa ahora, la Guild T-50 Slim.

Revisando la historia del modelo vemos que tiene sus orígenes allá por 1961 cuando la compañía presenta una guitarra que es una versión idéntica a la X-50 salvo por la profundidad del cuerpo    -que para la T-50 Slim es menor-  siendo además las primeras guitarras eléctricas en catalogo sin cutaway de la marca y actualmente la única en la colección Newark St. Tenía el increíble precio de 159 $ visto a día de hoy, cantidad considerable por entonces.

Construcción, pala, mástil

Poco se puede decir de los acabados de las Guild que no hayamos dicho ya, hay que quitarse el sombrero, cada vez que tocas una compruebas el estricto control de calidad con el que trabajan y en el caso de la T-50  vuelve a confirmar su impecable origen coreano. A vista no se observa, restos de cola o polvo en la laca…

Viene con un acabado Vintage Sunburst en la tapa, que combina con la trasera y los laterales que son de un marrón rojizo, un estándar que le da ese punto vintage que tanto nos gusta, ese aspecto clásico de Guild.

La pala es la habitual “open book center raised”, con el logo peaked y la columna Chesterfield coronada, mientras que el modelo original era una pala open book y el logo script. Luce elegante.

En el frontal se encuentra la placa que protege  el acceso al alma de acción dual, para ajustarla  se necesita un llave de tubo de 7 mm.

El clavijero cromado es un Grover Sta-Tite Open-Gear que opera con una relación 18:1, es preciso en la afinación y estéticamente aporta al aspecto vintage de la guitarra.

Guild T-50 Slim, pala

La cejuela es de hueso, material que se autolubrifica, se ve bien tallada y eso que facilita los bendings y vibratos a su vez aporta positivamente al tono y al sustain de la guitarra. Mide 43 mm.

El mástil está construido con dos piezas de caoba, la forma de su perfil es Vintage Soft “U”, tiene un grosor de 20 mm en el traste 1 y de 24 en el traste 9, en realidad parece un perfil en “D” mucho más delgado que los mástiles antiguos y viene bien a quien utiliza el dedo pulgar para tocar.

Se empareja con un diapasón de ébano que muestra un radio 9 1/2” y un binding de ABS en Ivory. Aloja a 20 trastes Narrow Jumbo y marcadores de posición que son puntos de 5 mm en los lugares habituales. Los trastes no muestran esquinas afiladas, están bien alineados… un trabajo con ellos muy correcto, las cuerdas resbalan fácilmente por ellos al hacer bindings o vibratos.

Cuerpo, electrónica

Lo más destacable del cuerpo es la ausencia de cutaway y sobre todo su grosor que es de solo 44 mm, pero vamos por partes, la madera empleada es el arce para la tapa arqueada, los laterales y la trasera que también es arqueada.

El arqueado en la trasera de la guitarra es usado por Guild en muchos de sus modelos acústicos, a priori su razón de ser es que le da rigidez a la tapa, algo similar a la fuerza de un arco en un puente por ejemplo, por otro lado la forma parabólica enfoca más la proyección del sonido a la vez que eleva la frecuencia de resonancia y el sustain.

Por otro lado los detractores de esto argumentan que tiende a sonar más oscura y que el exceso de sustain puede enturbiar el sonido.

Como siempre hay gustos para todo, a nosotros nos parece que tiene más pros que contras, en cualquier caso siempre es recomendable probar las guitarras. En el caso de la T-50 Slim que tiene una caja estrecha es menos significativo que en una flat-top o una arch-top de jazz, aún así un buen chequeo es importante.

Seguimos, el cuerpo es totalmente hueco, no tiene bloque central por lo que el puente al no poder atornillarse es flotante, en concreto un Guild Tune-O-Matic con base de ébano, el cordal es el Guild Harp Tailpiece Long/Thin Body, el clásico con forma de arpa.

Antes de pasar a ver la electrónica, citar que incluye un golpeador T-50 Black Backed Plexi con el logo Chevron estampado en dorado.

Franz P90 Dog Ear

Monta una única pastilla Franz P90 Dog Ear en la posición de mástil, cuenta con imanes AlNiCo 5 y una salida de 6.90K. Esta pastilla es una réplica de la “Frequency-Tested” que es como se conocía a la original fabricada por Franz para Guild en su factoría de Astoria en Nueva York en los 50s y primeros 60s. Es tal vez la clave del sonido de esta guitarra, propone un sonido bien balanceado donde no destaca ningún rango de frecuencias sobre las demás, lo que hace que sea bastante versátil en realidad.

Los controles son un master  de volumen y uno de tono, los botones transparentes y con el logo en la parte superior similares a los utilizados entre 1959 y 1963. Tienen un recorrido largo y especialmente el tono da bastante juego para ajustar tu sonido.

En uso

En estas guitarras el tipo de cuerda que utilices es relevante, viene de casa con D’Addario EXL115 Nickel Wound, Medium (0.11 – 0.49) que son ideales para blues, rock y derivados, ahora bien, le pones unas de entorchado plano y se adapta totalmente para estilos como el jazz o el country y afines, es algo a tener en consideración.

Guild T-50 Slim, cuerpo

Se siente cómoda tanto sentado como tocando de pie, ligera, puesto que solo pesa 2.5 kg y no cabecea en absoluto. Salen los bendings con un pelín de resistencia por el 0.11 pero manejables, con un 0.10 serán mantequilla.

Si cierras un poco el tono y con ataque suave, navega con facilidad por las aguas de la bossa nova y el jazz, suenan los acordes redondos y el fraseo definido y líquido, En melody chords respeta los planos sonoros de la voz solista y el acorde sin embarrar el sonido.

Si empujas el sonido con un overdrive transparente, va a ir al blues y al rock de forma auténtica, mucho sustain y tonos orgánicos entraña la T-50. Ahora bien, no lleva bloque central por lo que hay que tener cuidado con el volumen y alejarse del área de influencia del bajo para evitar el feed-back.

En conclusión una guitarra con carácter y presencia que puede por su diseño parecer muy específica pero funciona en varios contextos musicales. Estética vintage y buen tono la hacen un instrumento para aumentar tu arsenal.

José Manuel López

 

Guild Guitars

T-50 Slim

Arce

Caoba

Ébano

20 Narrow Jumbo

Hueso

Ébano

Cromado

Grover Sta-Tite Open-Gear

Franz P90 Dog Ear mástil

Volumen y Tono

Lateral

Vintage Sunburst

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