Revista de Guitarras

Julián Ávila entrevista

Julián Ávila es un artista colombiano, guitarrista, compositor y productor. Sus galardones obtenidos incluyen 2 Premios Grammy Latino como guitarrista y 5 nominaciones al mismo.

El primer amor de Ávila es y siempre ha sido el jazz y tiene dos álbumes instrumentales en solitario , «Heart – Mind – Matter» y su más reciente «Vintage Soul”.

Julián Ávila es un músico de sesión que ha tocado, girado y grabado en muchos álbumes de estilos musicales variados, incluyendo colaboraciones con artistas como:

Chayanne, Julieta Venegas, Ceelo Green, Leslie Grace, Luis Fonsi, Aymee Nuviola, BeBe Winans, Jon secada, Arturo Sandoval, Tony Succar, Sheila E.,  Isabela Merced, Betty Wright, Jekalyn Carr, Alain Perez, Coast City, Beatriz Luengo, Manuel Turizo, Gloria Estefan, Diego Torres, José Luis Rodríguez, Cabas, Miami Mass Choir, Jorge Celedón, Ruben Studdard, Santiago Cruz, la orquesta sinfónica de Miami MISO, Daniela Mercury, Vanessa Da Mata, Luis Enrique, Marcos Yaroide, y muchos más.

Después de haber tocado una variedad de estilos diferentes, Julian Avila es un músico versátil que detecta intuitivamente y ejecuta el ambiente más satisfactorio para cada proyecto del que forma parte.

Hola Julián, muchas gracias por aceptar y darnos espacio para esta entrevista.

Gracias a ti Cris, es un honor estar acá.

Comenzamos con una pregunta necesaria, ¿cómo empezaste en la música?

Comencé como muchos… en casa. Mi papá trajo un día un cuatro llanero (instrumento de cuatro cuerdas, perteneciente a los llanos Colombianos), con él comencé a acercarme a la música que siempre estuvo muy presente en mi familia.

Con este instrumento comencé a tocar las primeras melodías, esencialmente eran cosas que escuchaba en la radio y que se quedaban en mi memoria. Junto con el instrumento, mi papá trajo unos libros que también ayudaron en el proceso.

Un tiempo después también trajo una guitarra y junto con ella aparecieron más melodías, más tiempo con la música y también las ganas de estudiar. Es por esto que entré al conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia, tenía 11 años en ese momento. En esas clases estudié gramática, coro, fue algo bien interesante porque había gente de todas las edades, en mi opinión esto me ayudó a mejorar mi oido musical.

La música latinoamericana siempre estaba presente en ese lugar, pasillos, rock… y bueno, mil cosas más.

Por esos años comenzaron los festivales de jazz en Colombia, fue la primera vez que vi un trío de jazz y eso ¨me voló la cabeza¨. Me interesó completamente ver la forma en que los músicos interactuaban y tocaban, aunque no entendí nada pero si supe que eso era lo que quería hacer.

 

Julián con Gibson

Luego de esto me reuní con amigos y familia para hacer música, era muy divertido porque aunque yo estudiaba en el conservatorio, aun no sabía escribir acordes ni nada de esas cosas por lo cual terminábamos cifrando y escribiendo todo de la forma en que a nosotros nos funcionaba… nos lo inventábamos, fue un tiempo en el que aprendí muchísimo.

Luego conocí un baterista que tenía algunos años más que yo, fue la primera persona que me mostró música de jazz en guitarra y me presentó los discos de Pat Metheny, Allan Holdsworth, Chick Corea, ¡todos estos discos increíbles!

Ahí confirmé que esa era la música que quería hacer. Años después, ya viviendo en Miami, comencé a tocar muchos géneros como R&B, Gospel, Soul, me di cuenta de que tenía mucha de esa música en la cabeza, esto venía desde la infancia pero sin saberlo, muchísima música afro en los recuerdos.

¿Cómo llega el jazz a tu vida?

Por los festivales, ahí comencé a interesarme. Era la música rara, yo tenía como 16 años, me sonaba raro, complicado e interesante, quería aprenderlo aunque no conocía nada… era una sensación de ¨me gusta pero no sé lo que es¨.

A los 17 años comienzo a estudiar música formalmente, en esa época existía una academia de música que hacía talleres de jazz, estuve en el primero de ellos con un baterista ¨straight ahead¨, ese fue mi primer acercamiento… comienzo a estudiar guitarra jazz, armonía, a escuchar música con más conciencia.

Era una época diferente, no habían músicos de jazz en Colombia (quizá algunos tocaban pero ninguno enseñaba), era difícil acceder a la información, el proceso no era claro por lo que todo era un poco desordenado. Fue un proceso raro porque habían muchos vacíos él, pero siempre me mantuve interesado aunque también estaba en constante acercamiento a otros géneros ya que siempre estaba transcribiendo cosas… no sólo jazz.

A los 18 años me llaman por primera vez a grabar, un amigo compartió mis datos pero en realidad no tenía ni idea de nada, nunca había grabado. La pregunta fue: ¨Necesitan un guitarrista para unas sesiones, ¿te interesa? “Por supuesto” dije, aunque no tenía ni idea de lo que venía.

En ese tiempo ser músico de sesión era una noción muy lejana, conocías nombres como el de Lukather pero de ahí a saber como era el flujo de trabajo que usaban o algo así era imposible…ahora es mucho más fácil.

Hice varios discos desde ahí, todo se grababa muy rápido lo que me permitió aprender a un ritmo acelerado y maravilloso. Grabé discos de folclore, tropi-pop, pop y muchos géneros más.

Grabé una vez un disco para una artista colombiana llamada Yolanda Rayo, la nómina de músicos era tremenda y yo estaba ahí, con 19 años (risas), ese disco fue producido por Victoriano Valencia (un músico colombiano muy famoso… él escribía todo), yo estaba muy emocionado y llegué como una hora antes del llamado para poder escuchar y aprender todo antes de grabar. Al momento de grabar prácticamente tenía toda la música aprendida.

 

Julián Ávila

Algo curioso de ese disco fue que grabé en la primera toma, la partitura de guitarra tenía una sección que decía ¨Solo¨, como era mi partitura asumí que era un solo de guitarra así que comencé a tocarlo… yo estaba en la cabina y vi que todos en el control room hicieron cara de ¨qué está pasando¨, al terminar les pregunté si todo estaba bien a lo que respondieron que si.

Un par de horas más tarde llegó un trompetista, grabó las partes que le correspondían y preguntó: ¨¿grabo el solo?¨ Todos dijeron: ¨No, ese ya lo hicimos¨. Pues el solo que salía en la partitura era un solo de trompeta que yo sin querer sustituí. Ese solo quedó (risas).

Cuéntanos algo sobre tu primer disco ¨Heart, Mind & Matter”

En esos años cuando grababas para un artista tenías que ser muy básico (al menos en Colombia), si por ejemplo le ponías la 9a a un acorde el productor te podría decir que mejor no, que era muy elegante para el género.

Era una época en la que brillaban otras músicas, entonces la movida pop no era muy activa. Cuando comenzamos a producir y a tocar con artistas grandes de pop, en ese momento, básicamente dejé de sentirme bien musicalmente, me sentía encerrado, me deprimí… no quería vivir solo tocando un género, con un artista… en esos años dejé de practicar, de aprender porque ¨¿para qué?¨, sentía que estaba perdiendo el tiempo.

Sentía que no iba a ningún lado… de ahí sale mi disco ¨Heart, Mind & Matter¨, fue un disco que me dio vida porque con él me di la oportunidad de tocar, de estudiar, de regresar a lo que siempre había querido hacer… escribí al disco, hice las demos, y lo grabamos… ese disco me dio una luz en el camino, de repente me interesé de nuevo y creo que el resultado fue muy bueno, el disco es bellísimo para su época.

Lo grabamos en el estudio que teníamos por entonces, ¨Buena Onda¨, junto con Juan Garcia.

Fue chistoso, con el disco no pasó nada además de mi felicidad personal. Toqué puertas en medios musicales para ver si podían hacerle una nota o algo así, yo conocía la directora (esto porque yo tocaba con un artista pop muy famoso, Santiago Cruz), ella escuchó el disco y le encantó, luego de esto me dijo: ¨Está increíble tu disco pero no tengo una categoría para ponerlo¨, así que no pudo entrar a ningún concurso.

Los críticos musicales respetados lo criticaron mucho, recuerdo que uno de ellos dijo: ¨No entiendo la razón de los nombres de las canciones en inglés¨, aparte de eso, nunca dijo nada acerca de la música.

Es un disco que ¨ha envejecido bien¨, siempre me hablan de forma positiva del disco y también siempre encuentro a alguien por ahí que me dice que el disco le encanta, esa es una satisfacción difícil de describir, me siento muy feliz por ello.

¿Cómo acabaste en Miami?

Bueno, en ese tiempo el disco me motivó muchísimo pero la industria musical no lograba lo mismo, siempre fue dificil pero se complicó más ya que venía llegando el reggaeton y teníamos que hacer lo que la gente quería escuchar.

Me planteé lo siguiente: ¨O inicio desde cero, enfocado en la música y en el músico que siempre quise ser o no sé en dónde voy a parar¨.

La industria pedía que todo fuera muy básico, que todo fuera más sencillo y bueno, eso no es lo mío… pienso que se pierde la esencia y hay muchas cosas bellísimas en la música que también se pierden. Siento que eso me empujó a tomar la decisión, quería hacer lo que me gustaba y no lo que tenía que hacer por petición de un cliente.

Entonces me mudé a Miami, los primeros dos años fueron durísimos pero gracias a Dios siempre tuve un lugar en alguna banda… ¡llegué de inmediato a tocar!

Era todo un aprendizaje porque toqué muchos géneros con los que jamás había tenido contacto, nunca fue muy rockero y aquí tuve que aprender mucho de eso… a entender el sonido,  el lenguaje… ver a otros músicos locales me permitía caer en la cuenta de: ¨bueno, es por acá, ah okay eso se puede pensar así, esto me ayuda, esto me conviene… y esto no¨.

Llegué a Miami y comencé a practicar como en mis primeros años… no paré… tenía que estar a la altura de los proyectos, desde entonces no he parado de hacerlo, sigo practicando a diario, como el primer día.

Cada proyecto trae un desafío y eso ha sido increíble de estar acá, hay contacto con muchísimos músicos y  permite aprender y aplicar cosas.

Gospel, ¿cómo llega a tu vida?

Al llegar a Miami, entre muchas otras cosas, me di cuenta de que hay un mundo gigante dentro del género gospel. Una chica que estaba recién graduada en Berklee vino a Miami a presentar su música y armó una banda para acompañarla, todos eran músicos de gospel increíbles y yo estuve ahí por alguna razón… me fue bien (risas).

Luego de esto el baterista de esa banda me dijo que en su iglesia estaban buscando un guitarrista y preguntó si yo estaría interesado en hacer la audición… de inmediato respondí que sí. Luego me enteré que casi todos los guitarristas de la ciudad habían hecho la audición (risas).

Empecé a asistir y bueno, comenzaron a llamarme para tocar los domingos, como dije antes, es todo un movimiento, un sonido muy específico. Sin darme cuenta me quedé ahí, llevo ya un buen tiempo y no sabes Cris, no he parado de aprender, es un gig tremendo en el que aunque lleves tiempo dentro siempre estás aprendiendo algo, estoy muy agradecido con ese lugar y con la oportunidad que me dieron.

La banda es de otro planeta, aprender toda la armonía, cómo se aprenden la música… todo eso ha sido impresionante.

De ahí me invitaron a tocar a un disco de la ¨Miami Jazz Choir¨, ese disco tuvo una nómina de músicos impresionantes, todos de tradición gospel, fui llamado a tocar la segunda guitarra y fue un muy buen proyecto, la pasé muy bien y aprendí otro montón de cosas. Desde entonces el gospel ha sido parte fundamental de mi vida musical.

 

Julián Ávila con Suhr

¿Cómo te defines como guitarrista/músico?

Me encanta la música y quiero estar en el estilo y contexto para hacer que la música y el género brille. Me considero un guitarrista versátil, me gusta tener la mente abierta para poder interpretar de forma adecuada distintos géneros, creo que esto permite tener otro sonido, otro lenguaje y claramente tener más trabajo (risas).

Estar abiertos a las sonoridades te permite entender y conocer más, como dije antes, cada género trae un desafío y siempre hay algo en lo que te fijas con especial atención porque requiere algo específico de tu parte. Para darte un ejemplo, hace poco estuve tocando con ¨Chayanne¨, me llamaron porque los guitarristas de la banda estaban ambos ocupados, por alguna razón solo me llamaron a mí… esto para hacer el trabajo de los dos guitarristas. Claramente al ser dos personas trabajaron mucho en las armonías y en la voces de ambas guitarras, el desafío ahí fue tocar en mi guitarra lo que tocaban ellos dos. Ser versátil, entender el género y tener buena disposición me permitió hacerlo de forma exitosa.

¿Qué proyectos hay por estos días?

Ahora mismo me encuentro preparando un tour por Europa con la artista Aymée Nuviola, con ella grabamos un disco bajo la producción de Kemuel Roig, gracias a esto nos vamos por Europa y Asia de gira.

En Miami tengo muchos gigs locales y siempre está pasando algo, como te dije antes, es algo bueno ser versátil… puedes tocar con muchos.

Eso me gusta mucho de mi labor, personalmente me gusta compartir con muchos músicos y artistas, no soy mucho el tipo de persona que se queda con el mismo artista por años, no me gusta. En parte por eso también salí de mi país, sentía que estaba un poco encasillado con algunos y quería moverme un poco más.

Si tocas con un artista famoso y te paga muy bien, ¡buenísimo! Aún así siempre es bueno tocar en todas partes, eso hago yo… si estoy en una gira con alguien y de repente tenemos tres meses quietos, de inmediato me ¨bookeo¨ en la ciudad para bodas, conciertos pequeños … lo que salga.

Esto, además de favorecer tu economía te mantiene en el entorno adecuado. Conozco muchos colegas que solo tocan con un artista y que han tenido épocas complejas porque ya sabes, los artistas grandes en ocasiones deciden parar por mucho tiempo… ahí se les pone el panorama difícil.

Siempre estoy buscando gigs, siempre tengo buena actitud y esto me ha permitido moverme por muchas partes, artistas y géneros.

Estoy trabajando además en un proyecto personal, un disco de guitarras acústicas y contrabajo, es algo que he tenido en mente por un tiempo y estoy trabajando en ello, pronto les dejaré saber más información.

Hablemos de guitarras, ¿qué usas actualmente?

Cris, sabes que no soy mucho de comprar guitarras, tengo una fender 70’s que me ha acompañado por mucho tiempo, con esa guitarra grabé mi primer disco. Además de esto tengo una Suhr S Style que es actualmente mi guitarra principal. Tengo una Gibson Les Paul que hizo sobre todo para grabar, siento que no soy tan cercano a la Les Paul porque es un poco difícil de controlar en otros géneros, así que por eso uso más la Suhr… la Les Paul va cuando tengo que rockear duro.

La Suhr me gusta muchísimo, es muy cómoda, sirve para tocar de todo, puedo tocarla durísimo o suave y siempre va a sonar bien. Algo chistoso es que soy artista Suhr, pero nunca compro nada (risas).

Con la Suhr que tengo me siento cómodo, me gusta el sonido y estilo así que no necesito ninguna otra, al menos por ahora… con esta hago todo lo que tengo que hacer.

Tengo también un trato con la gente de Taylor, ellos han sido muy generosos y es por eso que tengo muchas guitarras de ellos, con estas estoy grabando el disco del que te hablé hace poco. De ellos tengo una American Dream, una Academy (de nylon)… con esa academy grabé el disco con el que vamos de gira pronto. Tengo varias pero olvido el nombre de las referencias. Soy de pocas guitarras, me enamoro de una y con esa resuelvo todo.

 

Julián está de gira por Europa

Soy igual con los pedales y los amplificadores, soy muy tranquilo con eso. Tengo un Plexi que me encanta, lo uso sobre todo en grabación… la mayoría de las guitarras de mi segundo album fueron grabadas con ese Plexi, además de esto tengo otros amplis y pedales pero como te digo, no le presto tanta atención a esto.

Grabo mucho desde casa, el flujo de trabajo es super adecuado para lo que se necesita, esto permite tener muchos colores y sonidos disponibles… ya sabes como es, muchos lo hacemos ahora.

En ocasiones por fines prácticos de giras y demás utilizo un Fractal, también un Line 6,  impulse response, etc. Siempre se llega a la discusión sobre lo análogo, digital etc, sobre eso tengo que decir que es necesario que conozcas el sonido real de lo que buscas… si quieres un ampli Plexi, primero debes conocer como suena un Plexi real para así poder emularlo. Ese es un principio básico, en mi opinión.

Debes entender bien el sonido real, antes de mover los knobs de algún emulador.

Un gig que recuerdes.

Uy Cris… son muchos. Recuerdo con mucha admiración un tour en México con Sheila E., ese tour era con la familia de ella, la Orquesta de los Escovedo. Ella es impresionante, iba dirigiendo la banda y señalando a los músicos para que tocaran algún solo… recuerdo cuando me tocó a mí, recibí el cue visual de Sheila y bueno, quedé feliz. Ella es una música impresionante.

En las grabaciones es siempre sorprendente estar con Tony Succar, él es un tipo muy divertido y siempre la pasamos bien, lo sorprendente es que nunca sabes quién va a llegar a la grabación pero lo que si sabes es que será de primer nivel. He trabajado con Tony, sobre todo en sus últimos discos, siempre es un placer… además de un desafío.

Bueno, creo que eso es todo, muchas gracias por tu tiempo Julián.

Gracias a ti Cris, estaremos tocando en Madrid en un par de semanas por si algún lector quiere ir.

Saludos a todos desde Miami.

Cristian Camilo

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