Revista de Guitarras

Brent Mason entrevista

 

Puede que no conozcas su nombre, pero es prácticamente imposible no haberle escuchado en la radio,  con otros artistas, sintonías de anuncios de TV o series… No hay un guitarrista en el mundo con más colaboraciones en estudio que él. Chet Atkins le cubrió bajo su ala y su talento hizo el resto. Aquí os traemos en exclusiva a este ganador de varios premios de la CMA y Grammys: Brent Mason

¿Cuándo entraste en contacto con la guitarra por primera vez? ¿Qué fue lo que te inspiró en aquel momento?
R: Mi primera guitarra fue una guitarra española de construcción casera que mi abuela me regaló a los 8 años. No tenía ningún conocimiento de acordes ni nada por el estilo así que me dedicaba a tocar slide sobre discos de Ray Charles con un cuchillo de cocina. Un par de años más tarde escuché a Jerry Reed en un disco que mi padre trajo a casa, inspirado por el single “Tupelo Mississippi Flash”. Al momento me interesó la manera en la que Jerry tocaba las notas del bajo con melodía por encima. Mi padre tocaba un poco con el pulgar, así que me enseñó lo básico y yo lo tomé desde ahí. De ahí procede mi largo viaje en el mundo de la guitarra.
¿Porqué decidiste trasladarte a Nashville?
R: Decidí mudarme a Tennessee desde Ohio cuando un gran amigo de hacía tiempo, Paul Franklin (un reputadísimo virtuoso de steel guitar), me dijo que debía ir e intentarlo. Mi madre conocía a su mujer y le envió algunas grabaciones que yo había hecho. Paul me dijo que le puso esa música a los músicos con los que viajaba, la banda de Mel Tillis llamados “Statesiders” y que quedaron muy impresionados. A los 20-21 años decidí intentarlo para ver si podía conseguir algunos contactos. Conseguí trabajo en un bar de Nashville llamado Stagecoach Lounge y ese fue el primer paso subiendo la escalera para ganar algo de reconocimiento.

Ahora que eres uno de los guitarristas más solicitados y echas la vista atrás, ¿Qué sientes al pensar en tus primeros días allí intentando conseguir trabajo?
R: Esa primera época en Nashville fue muy importante para aprender y afilar mis habilidades con la guitarra. Me di cuenta de la gran cantidad de magníficos guitarristas que había a mi alrededor y muchos de ellos habían emigrado desde otro sitio como, ¡¡Lo mejor de lo mejor!! Así que le di más caña al asunto. Sabía que tenía mucho que mejorar y también interactuar con la sociedad musical de la ciudad, hacer amistades, aceptar consejos de los demás era esencial para mantenerme enchufado a la escena. Mirando atrás, el viejo refrán que tenemos en E.E.U.U. de “Pay Your Dues” (subir peldaños para alcanzar el éxito) dio sus frutos.

 

Brent Mason con Paul Franklin

 

Tengo entendido que Chet Atkins te echó una buena mano…
R: Chet vino varias veces a verme al local donde yo solía actuar, cada día con un acompañante diferente, como George Benson, Ray Flacke, Mark Knopfler u otros. Un día me llamó y me dijo si quería participar en su nuevo disco “Stay Tuned”. Había guitarristas célebres participando a dueto con Chet como Larry Carlton, Steve Lukather, Earl Klugh, Benson… Yo era el único no-conocido y participé en la canción “Leather and Lace” con el propio Chet y Mark Knopfler… Ganó un grammy en el 85 o el 86 creo recordar. Es cierto que Chet ayudaba mucho a los guitarristas jóvenes… él es el culpable de lo que soy hoy… ¡¡un lavacoches!! (Risas)

¿Cómo es un día normal en el estudio? ¿Conoces de antemano las canciones que vas a grabar?

Salgo de casa a las 9:00am y me dirijo en coche al estudio. Empezamos a las 10am y trabajamos durante 3 horas, descansamos para comer y retomamos el trabajo de 2 a 5pm. Eso don dos sesiones por día pero hay veces que hacemos una tercera de 6 a 9pm. Ahora, esa tercera sesión no la hacemos tan a menudo porque estamos musicalmente exhaustos después de 2 sesiones el mismo día.

Antes de la sesión, los músicos no hemos escuchado ni una sola nota de lo que vamos a grabar. Escuchamos una demo de la canción mientras alguien escribe una partitura de la misma. Hacemos copias y volvemos a escuchar la demo, esta vez con la partitura en la mano. El productor, el artista y los músicos discutimos algunas ideas conceptuales. Cuando todo está más claro comenzamos a grabar. Así vamos añadiendo ideas y desechando otras hasta que la canción es muy buena.

-Y los productores ¿qué tal se portan?

.En Nashville lo más común es hacer 2 o 3 canciones por cada sesión de 3 horas dependiendo del presupuesto. Un productor inteligente dará un paso a un lado para que trabajemos hacía donde los músicos sintamos. Si la cosa se va demasiado de la idea principal, es entonces cuando interviene el productor para restablecer la dirección.

-En el caso de que las ideas no fluyan ¿Las intentáis forzar sabiendo que el reloj va en vuestra contra?

Somos humanos. A veces las ideas no aparecen tan fácilmente y si vemos que va pasando el tiempo y no sale nada decidimos dejar la canción con una estructura básica y ya volveremos a ella más tarde.

Para ser honesto, somos muchos músicos en la misma habitación intentando aportar ideas y muchas veces no he sido capaz de encontrar inspiración en una canción, no tiene alma o lo que sea y no se puede mejorar.

Algunas guitarras de Brent

-Hay guitarristas obsesionados con la lectura a vista pensando que, en caso de no dominarla, nunca podrán ser buenos músicos de sesión, ¿Cómo lo ves tú?

Nosotros utilizamos el “Nashville number system” que se transpone automáticamente. A lo mejor a veces escribimos alguna línea con armadura al uso, pero muy pocos compases.

– Parece que la escena de la grabación es muy diferente al resto de núcleos americanos, como L.A. o New York, con diferentes “normas” o maneras de actuar…

En Nashville tenemos una manera de proceder más humana en la que todavía cortamos algunas pistas con la sección rítmica e instrumentos solistas. Aparte del sistema de números, nosotros contamos con un ambiente colectivo creativo, en lugar de tener al arreglista o al productor escribiendo las partes de cada uno. Tenemos que trabajar mucho más rápido porque tenemos más fechas límite de entrega que atender.

– ¿Te sientes orgulloso de algún trabajo en particular que hayas hecho?

Hay muchísimos trabajos de los que me siento orgulloso como para mencionar alguno.

Podría decir «I’m in Love with You Baby» de Alan Jackson.

Eso sí, muchos de mis mejores solos no los escucha nadie, están en alguna demo perdida por alguna estantería de alguna editorial….

– Con tantos años en el mundillo seguro que debes tener alguna anécdota que merezca ser contada…

(Risas) Fue en una sesión para George Strait, en la que me presenté con unos dientes de esos podridos y con manchas. Aparecí con eso en la boca y en la mano llevaba un desatascador de wáter húmedo con papel higiénico diciendo que hoy nadie podría usar el lavabo porque estaba atascado y mis compañeros fontaneros y yo estábamos trabajando en ello para solucionarlo, así que les prohibí ingerir alimentos que podrían desencadenar movimientos de tripa indeseables… La historia fue a más y más. Todavía nos reímos de aquel día.

En directo

– ¿Qué nos puedes contar en cuanto al equipo que sueles utilizar en las grabaciones?

Uso una cabeza 1965 Blackface Showman, una ’63 Blackface Bassman, un Matchless de 2 canales de 30W, un Reinhardt de 50W, un 1967 fender deluxe, 2x30W con Celestions Vintage en una pantalla Bandmaster, 1965 Blackface Fender Twin Reverb, una pantalla Marshall de 4×12″ con Greenback Celestions. Keely compressor, Wampler modified Voodoo Sparkle drive, «Hot Wired» 2 channel overdrive pedal, Line 6 Delay Modeler, pedal de volumen Visual,  Equalizador gráfico Boss de 7 bandas (¡una necesidad!), Boss Tremolo… Eso es lo básico.

– En un número anterior de Cutaway hicimos una review de tu modelo signature Valley Arts, ¿Os traéis algo nuevo entre manos?

Estamos trabajando en un modelo para el 2010 que contará con un B-Bender Glazer y demás nuevas especificaciones todavía por confirmar. Deriva de mi vieja Telecaster del 68, todavía con la Gibson Baby humbucker en el mástil y las Seymour Duncan Vintage Stacks en el medio y el puente, con pote de volumen individual para la pastilla central. Será igual que la actual pero con nuevo look.

-¿Eres del tipo: “Cuanto más simple mejor”, o prefieres contar con mucho equipo disponible a la hora de afrontar la sesión? He oído una leyenda que dice que una vez te presentaste en el estudio con ¡¡Un camión lleno de equipo!!!

(Risas). Si hablamos del procesado del sonido, cuanto más simple, mejor. Suelo llevarme lo que creo que puedo necesitar, porque quién sabe como va a acabar sonando la canción. Lo normal son 2 maleteros de coche de los que en un momento dado puedo sacar una Jerry Jones Baritone, una Gibson 335, Les Paul, Strat, Tele, Gretsch con Bigsby , un par de acústicas, una PRS David Grissom. También muchos tipos de amplificador, un pedalboard con varios pedales y… ¡Un desatascador!

-Eres conocido por utilizar thumb-picks para llevar a cabo el hybrid-picking, por tanto tienes libre tu dedo índice, ¿Podrías explicarnos que función le das a tu mano derecha dependiendo del pasaje?

En realidad, uso el índice más que ningún otro. Para coger la cuerda, hacer popping, usando la carne del dedo, hago también double stops, la técnica “The Claw” es muy necesaria. Para las líneas de solo uso el thumb-pick con los dedos medio y anular con las uñas afiladas. En el índice no llevo afilada la uña

-¿Trabajo en estudio o trabajo en directo?

Disfruto mucho tocando en directo cuando el sonido y los músicos son buenos y la música es la que me gusta.

– No hace mucho del lanzamiento de tu último disco con tu hermano Randy, ¿Debemos estar pendientes de algún nuevo lanzamiento?

¡Tiene que haber un nuevo disco! Tengo algunas partes pero todavía no he trabajado en canciones concretas…¡Ya va siendo hora!

Agus G.