Revista de Guitarras

Michael de Jong

P: Bueno, es una pregunta obligada, ¿no? Cuéntanos cómo empezaste en esto de la música. Y cuándo decidiste hacer de esto una profesión.
Mi primer “bolo” fue cuando tenía seis años. Tuve que cantar en mi primera comunión, en Saint Mary´s Church, en Grand Rapids (Michigan). Canté un solo en voz soprano. Desde entonces he estado cantando. Entonces la música era mi cobijo, un refugio donde ocultarme y sentirme a salvo. Emigramos a América cuando yo tenía cuatro años y yo era, y todavía lo soy, un solitario. La música era como un pasaporte que me permitía viajar. Mi padre me educó en la ética del trabajo. Si hubiera pensado que mi música no era más que basura, que se estaba convirtiendo en algo falso, pues habría ido a trabajar a alguna fábrica.
P: ¿Cómo encontraste tu propio estilo a la hora de tocar?
Mi estilo apareció a lo largo de los años. Hace más de diez que no toco con púa, sólo uso mis dedos. Pero no uso un finger picking convencional. No tengo ni idea de cómo lo hago o por qué lo hago. Simplemente está ahí.
Michael de Jong
P: Como todos, imagino que tendrás influencias. Háblanos de ellas.
Bueno, empecé con Johnny Cash, Buddy Holly, Duane Eddy y más y más…Quizá sea mejor hablar de momentos decisivos. Tenía quince años la primera vez que vi a Johnny Cash y fue decisivo. También Chuck Berry en el Show de Alan Freed. Y lo que realmente me marcó llegó en el año 69, cuando mi primer matrimonio se fue al carajo (culpa mía 100%). Recuerdo una botella de whisky, una caja de cervezas y dos álbumes de Ray Charles: WESTERN y MODERN SOUNDS IN COUNTRY. Los escuchaba una y otra vez. Y allí estaba: música country como nunca antes la había escuchado. Eso fue un punto muy decisivo, mucho. Lo que me impresionó en lo que a estilo se refiere vino en Marzo del 70, en The Eastown Theater, en Detroit, fue el primer show de The Mad Dogs and Englishmen. Yo estuve allí y creo que fue el mejor show en vivo que he visto nunca. Cocker llevó esas canciones a niveles muy altos, incluso más que Ray…Y si hablamos de guitarristas, desde Chet Atkins a Kenny Burrell, Jimi Hendrix, Carlos Jobim…desde Duane Allman a Freddy King, hay cientos.
P: En tu música se pueden detectar varios estilos: folk, blues, country, rock…¿Dentro de qué te consideras a ti mismo?
Bueno, he tocado todos y cada uno de los estilos de los que hablas, ésos que detectas en mi música. Me gustan todos ellos, siempre que suene suficientemente honestos para ser escuchados.

P: Veo que tus letras son letras elaboradas y sinceras, como las e los cantantes folk y country. ¿Qué importancia les das en tu música y en la música en general?
Las letras son primordiales en lo que yo hago. La música, en mi caso a través de una guitarra, entrega las palabras al que escucha y las plasma en su mente. Empecé a ver la importancia de las letras cuando profundicé en Dylan y Joni Mitchell. Pero, por supuesto, un buen instrumentista puede hacer con su instrumento lo que yo intento hacer con mis palabras.
P: Tú eres intimista, usas palabras profundas, como una especie de contador de historias. ¿Están basadas tus letras en experiencias personales?
Sí, son letras personales basadas en mi experiencia. Pero también intento hacerlas personales para el que escucha, como si fuera exclusivo y privado para él o ella. Entonces, si lo logras, es cuando tienes una buena canción. Es como un par de zapatos cómodos: Se los das a alguien que pueda necesitarlos y esos zapatos le quedan perfectamente, se ajustan al pie cómodamente; como hechos a medida. Eso es lo que intento hacer con mis canciones.
Michael de Jong
P: Hablemos un poco de tu último álbum. Esto, al fin y al cabo, es una publicación enfocada en su mayoría a guitarristas. Por eso me gustaría preguntarte cómo has logrado ese sonido, qué has usado. Porque esa crudeza, esa tranquilidad, esa honestidad, necesita de algo para ser plasmada. ¿Cómo lo logras?
En mi último LP, “For Madmen Only”, uso mi Martin D-35 de 1968 con un Highlander y un par de buenos micrófonos adheridos a la guitarra. Uso cuerdas de grosor medio Martin Phose Bronze y no uso pedales ni efectos, a excepción de una ligera reverb. Grabé el disco sentado, con cascos para controlar mejor la dinámica vocal. Fue simplemente una grabación directa.
P: Has tocado con varias marcas, sin embargo ahora pareces sentirte cómodo con Martin. ¿Por qué Martin? ¿Qué obtienes de ellas?
En mi época eléctrica solía tocar con Gibson y Fender. Ahora estoy con mi Martin D-35 del 68, afinada en RE abierto, una Martin de doce cuerdas, una Martin HD-35 de 1985 con afinación standard, una Gibson B-25 de 1958, una Crafter 000 afinada en Fa abierto y una Crafter Dreadnought afinada en Do abierto. Me preguntas qué me dan las Martin y te diré que nunca me decepcionan. Quizá yo puedo decepcionarlas a ellas, pero ellas siempre están ahí para mí. Ya he hablado de mis afinaciones, hay varias. Añado un capo en diferentes trastes según la guitarra para lograr diferentes sonidos y sabores…eso la hace más interesante para el que escucha. Cada canción tiene un gusto y ambiente diferentes. Recuerda que estoy solo en el escenario y necesito captar y mantener la atención de la gente. Sólo uso mi guitarra, totalmente a la merced de técnicos de sonido y eso asusta un poco a veces.
Michael de Jong
P: ¿Hay algún truco que desees compartir con nuestros lectores?
No hay trucos. Canto y toco directamente. Sólo me digo a mí mismo cuando subo al escenario que no depende de mí solo, que será lo que Dios quiera que sea.
P: Dinos qué bandas te gustan.
Podemos empezar con The Crickets, Johnny and the Hurricanes, Beatles, Stones, Sly and Family Stone, Procol Harum, Pink Floyd, Allman Brothers…no sé, hay muchos.
P: ¿Cuál es el más grande con el que has tocado?
Definitivamente y sin duda, Jimmy Reed. Toqué en su última banda, y yo fui el que lo encontró muerto ese domingo en Oakland, California. Si miras mi clip en Youtube Mind If a Pass, encontrarás aproximadamente a mitad la última foto de Jimmy Reed tocando con la banda. Y la siguiente foto es de Jimmy y yo mismo en el camerino. Después de que esta foto fuera tomada, Jimmy se levantó, se puso su sombrero y su abrigo, sonrió y me dijo: “Recuerda, Michael, no se trata de cómo cantas una canción, se trata de cómo vives la vida. Y si no has vivido la vida, no tienes derecho a cantar la canción”. Luego, salió del camerino y se fue a Oakland. Murió cinco o seis horas más tarde mientras dormía.
P: Bueno, para terminar dinos si tienes planeado tocar en España.
Fácil respuesta, César. Me encantaría tocar en España, pero no tengo ni una solo contacto allí. Así que te devuelvo la pelota, amigo mío, y te pregunto si conoces a algún agente que me pudiera ayudar para tocar en España. A cualquiera que me de la oportunidad le daré los derechos exclusivos.
P: Bien, primero muchas gracias por esta entrevista. Un placer. Y en lo que se refiere al asunto de tocar en España, algo intentaremos. Prometido.
César Mayordomo.